Viaje
Podía sentir su emoción a través del hilo telefónico, me dice que nunca miente y como me creo todo lo que me dicen pues seguramente es así, el caso es que la alteración que percibí en su voz es difícil simularla.
Sus palabras me llegan
atropelladamente, es como si me quisiera decir más de lo que escucho, pasa de
un tema a otro sin nexo causal y eso me divierte, río, y sé que mi risa le
provoca más excitación, si cabe.
-Ojalá pudieras ver el
hermoso paisaje que contemplo ahora
-Descríbemelo
-Amenaza borrasca, el
cielo está gris y contrasta con el verde que se ve en los campos, las montañas
son imponentes y veo molinos por todas partes, muchos molinos, me gustan los
molinos
-A mí también
-He aparcado a un lado
de la carretera, no puedo conducir en el estado en que me tienes
-Me parece muy bien que
te detengas, no quiero ser la causante de un accidente por describirme el
paisaje
-Sabes que no es por eso
- ¿Ah no?
-¡¡¡No te hagas la boba,
eres una bruja!!!
-Vale, entonces
descríbeme el paisaje que te hizo detener...
Mientras me hablaba
cerré los ojos, me acomodé en el sillón, mi voz se hizo un susurro y me aferré
a la suya para iniciar nuestro primer viaje, ese que nos hizo sentirnos
adolescentes por unos minutos.
Comentarios
Publicar un comentario
Me interesa mucho tu opinión.